“La Ola de Surf” Contribución de Raúl Ferráez, Presidente Ejecutivo de Líderes Mexicanos
Si se te presentara un genio y te concediera un deseo, una cualidad de liderazgo que pudieras poseer y dominar, con la cual tuvieras el éxito garantizado ¿cuál escogerías?
Esta fue una de las preguntas que nos movió a mi hermano Jorge y a un servidor, hace ya veinte años, a crear una revista de entrevistas como Líderes Mexicanos. Durante mucho tiempo habíamos admirado las historias de éxito de aquellos hombres y mujeres que por sus cualidades sobresalientes habían dominado algún tema que los llevó a alcanzar un logro importante. México es un País en donde no se le da suficiente importancia a la cultura del esfuerzo, en donde no se admira a las personas que tienen logros significativos, aquellas a quienes los demás estamos deseosos de aprenderles algo a través de sus historias. Así fue como nos lanzamos a hacer nuestras primeras entrevistas.
Recuerdo muy bien aquella edición de lanzamiento. Nuestro primer entrevistado fue Rufino Tamayo, que entonces se encontraba ya muy delicado de salud. Eran principios de 1991. La cita y todas las negociaciones para poder realizarla las hicimos con su esposa Olga, mujer que, sin lugar a dudas, fue parte fundamental en el gran éxito del artista. Estuvimos con él, ahí, muy cerca de la cama donde se encontraba. Recuerdo que Olga le decía: “Ya vez, eres un Líder Mexicano” para darle ánimos a aquel hombre que quizás ya había perdido el interés por la vida. Sin embargo, a lo largo de la charla tuvimos nuestra primera lección de liderazgo, pues percibimos la enorme pasión que le generaba la Pintura, lo mucho que seguramente la había disfrutado, de donde, evidentemente, había nutrido ese gran talento.
A partir de ahí seguimos haciendo entrevistas, una tras otra. Cuando platicábamos con cada uno de los personajes tratábamos de extraerles esa receta secreta que los llevó a conformar su muy personal liderazgo. Y así nos fuimos dando cuenta de que no había recetas, cada uno tenía cualidades diferentes, cada uno tenía talentos que habían sabido aprovechar, cada uno había impreso en su historia de vida un patrón de liderazgo muy diferente al de los demás y eso era, tal vez, lo que los hacía especiales.
Otro momento que marcó nuestras vidas fue cuando terminamos la primera entrevista que le hicimos a Lorenzo Zambrano, de Cemex. Nos impresionó mucho algo que nos confesó al final de la misma. Reconoció habernos contado cosas que muchos de sus mejores amigos no sabían, y nos preguntó: ¿Qué van a hacer con toda esa información? fue entonces cuando nos dimos cuenta que contábamos con un talento por explotar. Podíamos hacer entrevistas y tal vez hacer las preguntas correctas para que aquellos líderes se sinceraran con nosotros y nos platicaran sus historias, sus vidas y, a través de éstas, las recetas de sus éxitos. Y que mejor que publicar y difundir ese material, para cumplir así nuestro sueño de poder transmitir esas historias de éxito para que otros también aprendieran de ellas.
Fue así como después de hacer muchas, casi miles de entrevistas, fui acuñando el concepto de lo que hoy llamo la Ola de Surf. La Ola de Surf es, quizá, la que yo consideraría la cualidad más importante, pero también la más difícil de tener para lograr el éxito ilimitado.
Cuántas veces no hemos escuchado: “Estuvo en el lugar adecuado en el momento adecuado”, y cuántas veces no hemos visto historias de personas que luchan y luchan toda su existencia, sin llegar nunca a lograr el éxito. A lo largo de todos estos años nos hemos dado cuenta de que estar en el lugar adecuado en el momento adecuado y además, aprovecharlo, requiere de una cualidad extraordinaria.
Un buen surfista es aquel al que, para empezar, le apasiona el mar y la sensación de libertad y riesgo; cuando esto se combina provocan que se les olvide, por unos segundos, que están en el planeta tierra. Después le dedican horas, horas y más horas de su vida a estar ahí, a vivir el mar, a conocerlo, a aprender cómo reacciona el oleaje, la marea, la luna, el viento, todos los factores que de una u otra forma son claves para su desempeño. Y finalmente esa experiencia, ese conocimiento y ese talento inexplicable es el que de repente les dice: ¡Esta es la ola!
Y justamente la toman en el momento indicado y realizan los movimientos y avances necesarios para la ocasión; luego se dejan caer justo segundos antes de que la ola empiece a cerrarse para salir, disparados, dentro de un enorme túnel de agua hacia la superficie a una velocidad increíble para, finalmente, lograr lo que pocos: salir victoriosos, sin rasguños ni volcaduras y conseguir lo que muchos otros desean, el Éxito.
Algunos los llaman VISIONARIOS, aquellos que ven cosas que los demás no vemos, que entienden actitudes de los consumidores, que rompen una barrera, que logran un libro perfecto, que su personalidad encaja con la de sus receptores, en fin. En todos los campos de liderazgo vemos a estos hombres que han sabido, en mayor o menor medida, estar en el momento adecuado en el lugar adecuado; entonces se convierten en verdaderos LÍDERES MEXICANOS.
